La icónica catedral de Notre Dame de París se prepara para revelar su majestuoso renacimiento, cinco años después del devastador incendio de 2019.
En una visita oficial liderada por el presidente Emmanuel Macron, las puertas del emblemático templo se abrieron momentáneamente para mostrar al mundo el fruto de un ambicioso proyecto de restauración que devolvió el “resplandor” perdido a esta joya del arte gótico.
Un primer vistazo a la renovación de la Catedral de Notre Dame
Bajo un radiante sol parisino el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte visitaron la catedral, acompañados de artesanos, arquitectos y especialistas que contribuyeron al arduo trabajo de restauración.
Los techos altos, la mampostería de color crema y el brillo de las capillas revelaron una Notre Dame “aún más bella que antes”, según el propio mandatario, quien elogió el resultado de años de esfuerzo.
El incendio del 15 de abril de 2019 dejó cicatrices visibles en el edificio y en la memoria colectiva. Sin embargo, la limpieza y restauración transformaron el interior en un espacio inmaculado, con colores vibrantes que contrastan con las imágenes del caos y la devastación de aquella fatídica noche.
Un esfuerzo colectivo para reconstruir la Catedral de Notre Dame
Macron destacó el papel crucial de las más de 2.000 personas que trabajaron en la restauración, desde carpinteros y canteros hasta arqueólogos y arquitectos. En un gesto de agradecimiento, 1.300 de estos colaboradores fueron invitados a la visita previa a la reapertura.
Además, el presidente homenajeó a los mecenas que financiaron el proyecto con donaciones que alcanzaron los 700 millones de euros, mostrando que el compromiso colectivo permitió devolverle la vida a este ícono mundial.
Un espectáculo que promete deslumbrar
La catedral reabrirá sus puertas oficialmente el 7 y 8 de diciembre de 2024. Se espera que miles de turistas redescubran su emblemática nave, ahora restaurada con un resplandor nunca antes visto. El contraste entre el pasado oscuro del incendio y la actual magnificencia promete ser un testimonio de la resiliencia y el ingenio humano.
Con esta reapertura, Notre Dame no solo recupera su lugar como destino turístico imperdible, sino también como símbolo de esperanza y patrimonio cultural de París y del mundo.