La Selva Valdiviana es un refugio de biodiversidad que estuvo aislado por millones de años, siendo hoy la manera más cercana de ver cómo los dinosaurios solían vivir. La principal diferencia entre las selvas tropicales y el bosque lluvioso chileno, es que este último se desarrolla en climas fríos con duros inviernos, haciéndolo un patrimonio natural de clase mundial.
Si quieres ser testigo de este escenario maravilloso, estos son algunos destinos que puedes visitar para disfrutar del bosque lluvioso al fin del mundo.
Valdivia
La Selva Valdiviana recibe su nombre en honor a la ciudad de Valdivia en el sur de Chile. Además de la excelente cerveza que puedes probar en las diferentes cervecerías de la zona, Valdivia es un lugar perfecto para disfrutar la aventura a través de rutas de trekking, caminos para bicicletas e increíbles miradores con vistas a los bosques lluviosos cercanos. Rodeada de ríos y torretas, es la ciudad más antigua del mundo en esas latitudes australes.
Reserva Biológica Huilo Huilo
Este exclusivo proyecto de ecoturismo es mundialmente famoso por sus bellos alojamientos en medio de la Selva Valdiviana: una enorme casa en el árbol y un hotel que se asemeja a una montaña. Llenate de la naturaleza de Huilo Huilo mientras disfrutas sus magníficas cascadas, la línea de canopy más larga de Sudamérica o el ski los 365 días del año. Si tienes suerte puedes ver un pudú, el ciervo más pequeño del mundo.
Parque Nacional Villarrica
Después de toda la adrenalina que pedés vivir al aire libre, relajarte en uno de los complejos de piscinas naturales más grandes del mundo suena como la mejor forma para terminar el día. Un laberinto rojo en medio de un bosque lluvioso cargado de vapor conduce a los 17 pozones que ofrecen las Termas Geométricas. Estas aguas termales se encuentran en el Parque Nacional Villarrica, 380 km2 de Selva Valdiviana al fin del mundo. ¡Perfecto para los amantes de la naturaleza!
Isla Mocha
Aislada del continente, la Isla Mocha es extraordinaria no sólo por la belleza de sus paisajes que combinan playas y bosques lluviosos, sino también por las leyendas en torno a ella. Algunas historias cuentan que Herman Melville basó su famosa novela Moby Dick en una ballena que solía vivir cerca a esta isla, y la cultura Mapuche considera que este lugar es a donde las almas de los muertos vienen a descansar. Un clima impredecible permite que el visitante disfrute días soleados en el norte de la isla mientras fuertes lluvias bañan su otra mitad, potenciando la personalidad mística de este destino de 50km2. Además, debido a las tuberías naturales de gas en sus orillas, puedes “encender el mar” al prender fuego sobre el océano.
Con información de Chile Travel